4 cosas que nadie te cuenta sobre los abortos espontáneos
La semana pasada, el 15 de octubre, el mundo celebró el Día del Recuerdo de la Pérdida del Embarazo y del Lactante. Lo admito, este es uno de esos "días festivos" que no conocía. De hecho, no sabía que existía en absoluto... hasta que me desplacé por Instagram y vi a innumerables amigos y seres queridos compartiendo sus historias de pérdida y dolor.
Mientras recorría mi feed, abrazando a mi hija de cinco meses contra mi pecho, me sorprendió la tragedia compartida por tantas mujeres. También me sorprendió lo poco que saben muchas mujeres (incluida yo misma) sobre los abortos espontáneos, y lo aterrador que debe ser atravesar esa tormenta sola. He aquí algunas cosas que deberías saber sobre los abortos espontáneos.
1. Tu cuerpo tiene que recuperarse
Desde el momento en que te quedas embarazada, tu cuerpo empieza a cambiar inmediatamente para adaptarse al pequeño que está creciendo. Las hormonas aumentan, los pechos se hinchan y el revestimiento del útero se engrosa. Tu cuerpo realiza un trabajo extra para que el bebé esté cómodo, lo que explica por qué el embarazo es una experiencia agotadora.
Después de un aborto espontáneo, tu cuerpo intenta volver a la "normalidad". Este proceso no es fácil: el revestimiento uterino se desprende, tus hormonas cambian violentamente y, si tienes que someterte a un DyC (Dilatación y Legrado: una cirugía para extraer el feto del revestimiento uterino), tendrás que someterte a una cirugía mayor.
Tienes que dar tiempo a tu cuerpo para que se recupere de este rápido cambio. Es posible que te sientas cansada. Puedes perder el pelo (debido a las fluctuaciones hormonales repentinas). Es posible que no tengas la regla durante semanas después del aborto. Esta experiencia puede ser angustiosa y puede que te sientas incómoda en tu propia piel, pero confía en que tu cuerpo se recuperará con el tiempo.
2. Tu alma también necesita recuperarse
No importa si has sufrido un aborto espontáneo a las seis o a las dieciséis semanas: perder un hijo es devastador. Desde el momento en que te enteras de que ese pequeño está en camino, empiezas a pensar en cómo va a cambiar tu vida. Haces planes, miras la ropa de bebé en Internet, te emocionas... sólo para que esos sueños se vean truncados con una palabra de tu médico.
Mientras escribo esto, me acuerdo del día en que descubrí que estaba embarazada de mi hija. Estaba tan emocionada, tan llena de alegría. Sinceramente, no puedo imaginar lo que habría sentido al perderla, pero lo que sí sé es que no sería fácil superar ese dolor.
Sufrir un aborto espontáneo es importante, y tú y tu pareja necesitáis tiempo para sanar y sobrellevar el dolor. Permítete tiempo para hacer el duelo. No pienses que tienes que volver a la vida cotidiana si no estás preparada. Necesitas recuperarte, y eso lleva tiempo.
3. Nadie sabe cómo ayudar (pero lo intentarán)
Hay una razón por la que la mayoría de las parejas esperan hasta las 12 semanas -el momento en el que se considera que la mayoría de los embarazos están "a salvo" de un aborto espontáneo (no siempre es cierto)- para anunciar su embarazo. Es porque las parejas no quieren tener que explicar su pérdida a todas las personas de su vida si se produce un aborto espontáneo.
En cierto modo, entiendo este temor. La gente es muy mala a la hora de consolarse mutuamente ante un dolor extremo. Es posible que acabes escuchando un sinfín de tópicos repetidos: "No es el momento adecuado", "Dios tiene un plan", "Puedes volver a intentarlo", etc. Es probable que esas palabras no le sirvan de consuelo después de un momento así, pero es todo lo que sus seres queridos pueden hacer para intentar ayudarle.
El hecho es que tus amigos y familiares se preocupan por ti y querrán hacer todo lo posible para que te sientas mejor. Sin embargo, incluso las condolencias más amables no siempre son suficientes para alejar el dolor.
4. No estás solo
Muchas parejas evitan compartir la noticia de un aborto espontáneo con sus amigos o familiares porque no quieren incomodar a los demás. Esto ha dado lugar a un desafortunado silencio cultural; casi el 25% de las mujeres han abortado y, sin embargo, nadie habla de ello.
Por suerte, la cultura en torno a la pérdida de embarazos y bebés está empezando a cambiar (de ahí el día de concienciación de la semana pasada). Sin embargo, oír que tu novia o tu celebridad favorita también han abortado no siempre te hace sentir menos sola. Si necesitas asesoramiento o un lugar donde ponerte en contacto con otras mujeres, hay muchas organizaciones que pueden ayudarte a encontrar el apoyo que necesitas para superar este momento.
Si tú o un ser querido habéis sufrido un aborto espontáneo u otra pérdida infantil, sabed que lo siento muchísimo. Su dolor puede ser palpable, y puede sentir que durará para siempre. Pero con el tiempo, puedes sanar y saber que un aborto espontáneo no es el final de tu viaje de paternidad. Cuando estés preparada, podrás encontrar un arco iris al final de la tormenta.