Cómo conseguir una piel brillante para tu boda
Todas las novias quieren tener la piel más brillante para su boda. Todas las miradas estarán puestas en ti y, por supuesto, tendrás esas impresionantes fotos de boda que durarán toda la vida. Una de las mayores preocupaciones de las novias es tener la piel apagada o seca -o peor, un brote- en el gran día. Para muchas mujeres, la cuenta atrás para conseguir una piel clara y limpia para el gran día empieza prácticamente en el momento en que se coloca el anillo de compromiso en el dedo. Una buena piel, y por lo tanto unas buenas prácticas de cuidado de la piel, lleva tiempo. Conseguir un cutis radiante no es difícil; sólo requiere algo de disciplina y autocompasión (después de todo, no todo el mundo puede tener la piel impecable de J. Lo). A continuación te explicamos cómo conseguir una piel radiante para tu boda.
Empieza a prepararte con antelación
Una buena piel requiere tiempo, al igual que la implementación de una rutina de cuidado de la piel (especialmente si eres de las que se acuestan con el maquillaje puesto). Empieza una rutina de cuidado de la piel personalizada para novias con un año de antelación. Si puedes, consulta con un dermatólogo o una esteticista para que te aconsejen sobre los protocolos y tratamientos. Por supuesto, no pasa nada por prestar atención a tu piel unos meses antes, pero cuanto antes te ocupes de ella, mejor.
Bebe mucha agua
El agua es increíble para tu piel. Es nutritiva, hidratante y reafirmante. También ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo que pueden acumularse en granos y otras dolencias de la piel. La mayoría de los expertos recomiendan un mínimo de 64 onzas al día. También puedes beber agua de verduras frescas como el pepino, la sandía, el apio y la col rizada. Las infusiones orgánicas también son una buena opción.
Lleva una dieta equilibrada
Se dice que todo lo que comes y digieres aparecerá en el exterior de tu piel, ya que los alimentos se descomponen y envían vitaminas a todo el cuerpo. Esto significa que cuanto más comas alimentos nutritivos, más se nutrirá tu piel. Por el contrario, cuanto más alimentos procesados y azucarados comas, más probable será que tu piel aparezca rojiza e inflamada. Se sabe que los aguacates, el salmón, el brócoli, los boniatos y las nueces ayudan a mantener una piel flexible.
Lávate la cara todos los días
Esto significa que no te vayas a la cama con el maquillaje puesto. También es importante no lavarse la piel demasiado o con limpiadores fuertes, ya que pueden eliminar los aceites naturales y hacer que la cara se escame. Si no estás segura de cuál es el mejor limpiador, no dudes en preguntar a un facialista o a un experto en la piel.
Exfoliar regularmente
La exfoliación es clave para ayudar a transformar la textura de tu piel, eliminando las impurezas y las células muertas para revelar una piel fresca y suave. Lo mejor es exfoliar cada dos días o tres veces por semana.
Duerme mucho
Dormir bien es increíble para tu piel. La falta de sueño provoca una disminución del flujo sanguíneo en la piel que rodea el rostro, lo que a su vez favorece la inflamación de la piel, provocando brotes de afecciones como el acné, la psoriasis e incluso el eczema, una razón más para dormir bien.
Programar tratamientos faciales profesionales
Programar tratamientos faciales regulares con un profesional durante los últimos meses antes de tu boda es una forma estupenda de potenciar el brillo de tu piel estimulando la circulación sanguínea, extrayendo los sucios puntos negros e inyectando hidratación. Evita una sesión facial de exfoliación intensa antes de tu gran día. En su lugar, programa una sesión facial hidratante y relajante una semana antes de la boda.
Relájate.
El estrés no es bueno para tu piel. Aunque es perfectamente normal que las novias se estresen antes de la boda, intenta poner en práctica técnicas de relajación durante todo el proceso de planificación, ya sea mediante la práctica de la meditación, el yoga o simplemente dedicando tiempo a pasear sola todos los días cerca de la naturaleza.
Conseguir una piel radiante para el día de la boda es posible siguiendo una rutina natural (con un poco de mimo) que ayude a nutrir la piel desde dentro.