9 errores comunes del novio (y cómo evitarlos)
Parece que hay tres tipos de novios. El primero quiere sumergirse en los detalles y ayudar a su novia en todas las etapas de la planificación. El segundo se siente cómodo en un segundo plano, dejando que ella tome las riendas, y el tercero es una mezcla de uno y dos. Independientemente de su enfoque de la planificación de la boda, todos los novios van a cometer algún tipo de errores o pasos en falso a lo largo del camino.
En el gran esquema de las cosas, los errores relacionados con tu boda son normalmente perdonables, pero es totalmente normal querer evitar tantos como sea posible. Para facilitar el camino hacia el "sí, quiero", he aquí nueve errores comunes de los novios y algunos consejos para evitarlos.
1. No esforzarse en la luna de miel
Sí, el día de tu boda es especial. Por supuesto, quieres que la ceremonia y el banquete sean perfectos... pero no te olvides de la luna de miel. Debe ser un momento de celebración para ti y tu nuevo cónyuge. Quieres que sea memorable, significativo y agradable, así que no olvides esforzarte en la planificación de tu luna de miel.
2. Destruir el presupuesto
Puede que pienses que eres buena administrando el dinero, pero estas habilidades se ponen a prueba rápidamente cuando comparas diferentes fotógrafos, videógrafos, DJs y proveedores de catering. En lugar de decir "sí" a todas tus cosas favoritas al principio, sopesa tus opciones y reserva tus compromisos. Tened en cuenta vuestro presupuesto y todo lo que tiene que encajar dentro de él mientras tú y tu alma gemela tomáis decisiones sobre la planificación de la boda.
3. Desaparecer de la planificación de la boda
Incluso si no quieres reunirte con los proveedores o estás aburrida del interminable tablero de Pinterest, desaparecer de la planificación de la boda puede ser frustrante e hiriente para tu prometido. Aunque no es necesario que te involucres en todos los detalles (especialmente si tu futura pareja quiere encargarse de la planificación), tu apoyo es vital, lo que significa que tu presencia es vital. No te quedes sin participar en el proceso de planificación de la boda.
4. Invitaciones verbales
El entusiasmo por el compromiso es sano y normal, pero no hay que dejar que las cosas se vayan de las manos lanzando montones de invitaciones verbales. Para empezar, las invitaciones verbales son difíciles de controlar. Además, organizar la comida y los asientos es todo un reto. En segundo lugar, es respetuoso sentarse con su prometida y elaborar una lista de invitados aceptable antes de invitar (o prometer invitar) a todos sus conocidos.
5. Ser una Groomzilla
En el lado opuesto del espectro de la planificación de la boda, está el ser un novio-zilla problemático. Nadie disfruta de un comportamiento monstruoso dentro y fuera de la boda. Si te das cuenta de que te obsesionas con todas las decisiones -incluso con pequeños detalles y momentos minúsculos- da un paso atrás. Respira. Recuérdate que lo más importante es que te cases. El resto es sólo una celebración.
6. Planificar las sorpresas
No te lo tomes a mal; ¡las sorpresas pueden ser increíbles y divertidas! Algunas, como los regalos especiales o las notas escritas a mano, son apropiadas para el día de la boda... pero es mejor mantener la mayoría de las sorpresas al mínimo, especialmente durante el caos y el estrés de la planificación de la boda. Comunícate con tu pareja, planifica tus ideas y asegúrate de que está de acuerdo con ellas antes de hacer tus propios planes para la boda.
7. Dejar que la despedida de soltero se descontrole
Tu despedida de soltero debería ser un momento divertido y emocionante con tus chicos. Sin embargo, la idea de que puedes faltarle el respeto a tu pareja, apostar tus ahorros o beber hasta la saciedad es anticuada e incorrecta. No hay necesidad de ser tenso, pero asegúrate de ser respetuoso y considerado con tu prometida y tu próxima boda.
8. Improvisar los votos
¿Están escribiendo sus propios votos? Si es así, no lleguéis a la ceremonia sin tenerlos totalmente preparados. Escríbanlos y léanlos en un papel, o memorícenlos completamente y tengan una copia escrita en el bolsillo para casos de emergencia. No es el momento de luchar por las palabras o de inventar algo sobre la marcha. Es el momento de ser decidido y reflexivo.
9. Ignorar el programa del día
¿Recuerdas todas las horas que pasaste planeando la boda, y tal vez incluso las horas adicionales que tu prometida pasó planeando? Lo has planeado porque es importante. El horario del día se planificó minuciosamente para que el evento se desarrollara sin problemas. Si quieres pasar por la peluquería, jugar un partido de golf o incluso dormir hasta tarde, asegúrate de que tienes tiempo suficiente para seguir el programa. Lo último que debería hacer un novio es llegar tarde.
Por muchos errores que cometas en el camino hacia el altar, al final te casarás con el amor de tu vida. Recuerda divertirte, vivir el momento y no dejar que nada te impida disfrutar del día de tu boda.