La importancia de las reuniones familiares como recién casados
Una de las partes más mágicas de casarse es que puedes elegir a alguien para que sea tu familia. Una vez casados, estáis atados el uno al otro de tal manera que vuestras vidas diarias dependen el uno del otro.
Ser una nueva familia significa que hay muchas razones por las que una o dos reuniones podrían ayudaros a organizar vuestra nueva vida juntos. Pueden ser sólo ustedes dos, si no tienen hijos u otras personas a su cargo, o pueden implicar a otras personas, si en su casa viven también familiares, amigos, compañeros de piso o hijos. Cualquiera que se vea afectado diariamente por su forma de vivir, trabajar y jugar es una buena persona a la que tener en la sala para hablar de cómo cambiarán las cosas ahora que ustedes dos están casados. Las reuniones familiares sirven para muchas cosas, tanto serias como divertidas.
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Una reunión familiar es una buena manera de asegurarse de que todo el mundo tiene la oportunidad de contarse logros o experiencias positivas. Incluso si son sólo ustedes dos, los momentos de la vuelta a casa después del trabajo pueden quedar ocultos en el ajetreo por preparar la cena y relajarse después de la jornada. Para cuando se te ocurra hablar de una parte positiva del día, es posible que hayas olvidado lo que pasó o que lo consideres irrelevante. Las reuniones familiares crean un espacio para que esos grandes momentos se hablen en voz alta y, lo que es aún más importante, reservan tiempo para que los miembros de la familia puedan escucharse plenamente cuando se mencionan pensamientos e ideas.
Combinar calendarios
Las reuniones familiares también son esenciales para combinar calendarios. Si uno de los dos es más organizado que el otro, puede haber malentendidos que no hagan más que crear tensiones durante los días de recién casados. En su lugar, organice una reunión semanal en la que pueda repasar lo que cada uno tiene en el calendario, tanto esa semana como de cara al futuro. Al fijar una hora para esta combinación de calendarios, evitarás tener que hacer doble agenda y, de paso, puede que se te ocurran algunas ideas para una o dos divertidas citas nocturnas. Algunas parejas prefieren un conjunto de agendas físicas que se comparan entre sí, pero para los más tecnológicos, el uso de una aplicación de calendario puede tener la ventaja añadida de emitir recordatorios en el teléfono para asegurarse de que todo el mundo acude a la cita. El tradicional calendario de pared en el que ambos pueden escribir también ayuda, pero asegúrate de dedicar tiempo a hablar de lo que implica "quedar con los Smith" antes del día del evento.
Mantener una relación sana
Celebrar una reunión familiar como pareja es también una buena manera de continuar el trabajo realizado en el asesoramiento prematrimonial. El asesoramiento les permite asegurarse de que están en el mismo punto de la relación y esperan cosas similares, y una reunión familiar les ofrece un lugar para hablar de su relación. Ciertamente, algunas personas piensan que casarse es una oportunidad para dejar de hablar de su relación, pero lo cierto es que en ese primer año de matrimonio cambiarán más cosas de las que uno se imagina. Si se han sentido decepcionados o sorprendidos por algún aspecto de la convivencia, plantearlo en una reunión en lugar de esperar a que estalle en forma de pelea puede ser una medida proactiva que les permita seguir tratándose bien. Reservar partes de la reunión en un orden -por ejemplo, calendarios, charla sobre la relación, experiencias positivas recientes- permite empezar por las cosas más difíciles y terminar en un buen punto con el otro. Incluso las personas a las que no les gusta hablar de relaciones pueden estar de acuerdo en que es mucho mejor ser transparente y abierto cuando las cosas no son muy problemáticas que esperar a que se conviertan en algo inmanejable.
Planificar el futuro resolviendo problemas
Otra razón para celebrar reuniones familiares pronto y con frecuencia es empezar a resolver problemas y planificar el futuro. Una reunión familiar es un buen lugar para elaborar una lista de deseos para las futuras vacaciones, proyectos de mejora del hogar o un calendario para cuando quiera tener hijos. Todas estas cosas no deben figurar en el orden del día de una sola reunión familiar, sino que, abordando unos cuantos temas pequeños cada vez que se reúnan, estarán un poco más preparados para el futuro. Esto es aún más importante cuando comparten la casa más de dos personas: si un niño o un compañero de piso encuentra moho en el baño pero no tiene tiempo de informarle, el problema se agrava, pero si expresan su preocupación en una reunión familiar, se puede poner en marcha un plan y todos se sienten escuchados y respetados.
Las reuniones familiares pueden parecer inalcanzables si se está muy ocupado, o demasiado formales si todo parece "perfecto" como recién casados, pero convertirlas en un hábito desde el principio puede evitar muchos malentendidos y conflictos; ¿por qué no reservar tiempo para la familia? No tiene por qué ser algo tradicional y en torno a la mesa del comedor, podéis celebrar vuestras reuniones junto a una hoguera en el patio trasero o en el salón con un juego de mesa planeado para después. Conviértelo en un hábito, ya sea semanal, mensual o bimensual, y verás cómo mejora la calidad de tu matrimonio y de tu vida cotidiana.