¿Es malo dormir en habitaciones separadas?
Si eres pareja, especialmente si acabas de casarte, dormir en habitaciones separadas se considera tabú. Seguramente, si no hay nada malo en vuestra relación, compartiríais la misma cama todas las noches, ¿verdad? Pues no. Aunque la sociedad ha arraigado la idea de que dormir separados es "insano", lo cierto es que puede ocurrir todo lo contrario.
Estudios recientes sugieren que alrededor de una cuarta parte de las parejas no duermen juntas en la misma habitación, y no hay correlación de que estas personas sean menos felices que las que sí lo hacen. Esto no quiere decir que una opción sea mejor que la otra, pero hay muchas razones por las que incluso la pareja más cariñosa puede pasar las noches separada.
Los ronquidos, por ejemplo, son una de las razones que vienen inmediatamente a la mente, al igual que los diferentes horarios de sueño (por ejemplo, si alguien trabaja en un turno de noche) o los distintos hábitos de vida (búho nocturno frente a alondra matutina). Todas estas y otras son explicaciones completamente legítimas y no reflejan necesariamente el bienestar de la relación ni la convierten en un "matrimonio sin sexo". Dicho esto, hay mucho más en la historia.
Dormir separados puede ser perjudicial
Es cierto. Los horarios de sueño incompatibles pueden dañar tu relación, pero no por las razones que piensas. En los tiempos que corren, ambos cónyuges suelen trabajar a jornada completa, y las horas que sobran pueden estar ocupadas por otras obligaciones, como los niños. Eso deja a menudo la "hora de acostarse" como el único momento que la pareja pasa junta y conectada. Y si los dos están muy ocupados, lo más probable es que al final del día estén demasiado agotados como para aprovechar ese momento.
Si esto se parece a tu situación, entonces sí, dormir separados puede privarte del poco tiempo que tienes para estar con tu cónyuge. Por lo tanto, es muy importante intentar elaborar un horario más realista en el que paséis el tiempo suficiente juntos, ya sea cenando juntos, haciendo recados juntos o haciendo cualquier otra cosa.
Dormir separados puede ser útil
Por otro lado, si no echas mucho de menos a tu pareja durante el día y la noche es el único momento en que estáis separados, dormir en habitaciones separadas es poco probable que haga daño a nadie (siempre que vuestra relación sea buena por lo demás). De hecho, puede ser positivo. Un estudio sugiere que muchas parejas prefieren pasar las noches con su pareja aun sabiendo que ello redundará en un descanso de mala calidad. Aunque esto suene dulce, puede acarrear problemas más adelante.
Dormir es muy importante no sólo para el bienestar personal, sino también para el de la relación. Muchas parejas modernas se están dando cuenta de ello: incluso las que no tienen hijos (o la intención de tenerlos) buscan viviendas de dos dormitorios como mínimo. Si lo piensas, tiene todo el sentido del mundo. Es mucho más probable que te enzarces en peleas sin importancia (que pueden derivar en peleas mayores) si estás privado de sueño. Por lo tanto, si los ronquidos, las vueltas en la cama o los hábitos nocturnos de tu pareja te impiden dormir, será mejor que os echéis la siesta en habitaciones separadas.
Conectar y llegar a un acuerdo
Independientemente de si está contento con su cónyuge o con la forma en que duerme, es importante mantener el concepto de sueño de calidad en el radar. Como ya se ha mencionado, asegúrese de pasar tiempo de calidad con su pareja durante el día o antes de acostarse, de mantener relaciones íntimas con regularidad y de mantener abiertas las líneas de comunicación. De este modo, podrán dormir separados sin sentirse culpables, sabiendo que a la larga mejorará su relación y su vida sexual.
Un problema con el que se encuentran algunas parejas es el estigma, sobre todo cuando se trata de niños. A los niños también se les inculca la idea de que sus padres deben dormir juntos. Si no lo hacen, pueden creer que es señal de que algo va mal. En ese caso, conviene asegurarse de que los pequeños sepan que "mamá necesita descansar, y los ronquidos de papá no ayudan". A cierta edad, no lo verán en absoluto como algo anormal, siempre que vuestra dinámica de relación durante el día no se vea alterada. Dicho esto, es igualmente importante no mentir a los niños y enviarles mensajes contradictorios en caso de que se produzcan conflictos entre vosotros. Hacerlo puede perjudicarles a la hora de definir una relación sana en el futuro.
Además, no hay nada malo en dormir de vez en cuando en habitaciones separadas. Puede que estés en un periodo de estrés laboral, tengas insomnio temporal o simplemente no quieras irte a la cama enfadado después de una discusión. Sin embargo, si esto se convierte en un problema a largo plazo que molesta a alguno de los dos, quizá merezca la pena abordar la causa y trabajar para encontrar una solución.