Cómo planear una boda cuando sus familias no se llevan bien

Cómo planear una boda cuando sus familias no se llevan bien

¿Qué pasa cuando dos personas se quieren pero sus familias no se llevan bien? Para empezar, hace que celebrar una boda sea mucho más complicado. Claro, todos estamos acostumbrados a las rencillas familiares, pero probablemente sólo pienses en tus parientes de sangre (o adoptados). No es lo mismo cuando dos dinastías diferentes están en desacuerdo. Y dependiendo de lo lejos que se alejen los dos bandos, las cosas pueden complicarse un poco cuando se planea una reunión de los dos, como una boda o sus eventos relacionados.

Si tienes suerte, ambas familias se llevan bien, o puede que tengan algunas opiniones opuestas pero no interactúen demasiado. Sin embargo, si te encuentras en el otro lado, puede que te enfrentes a un drama al estilo Romeo y Julieta. Lo más habitual, sin embargo, es que se encuentre en algún punto intermedio.

Entonces, ¿cómo lidiar con eso cuando se trata de tu día especial? Lo ideal es hacer todo lo posible por calmar la situación desde el principio y tomar todas las medidas necesarias para evitar el drama. En la mayoría de los casos, eso significa llegar a un acuerdo y mantener la cabeza fría.

Considera un lugar con capacidad limitada o una boda en destino

Utiliza la excusa de la capacidad limitada del lugar de celebración para ser exigente con quién recibe una invitación y quién no. Si crees que alguien puede provocar el caos en tu boda, ahorra dinero en papelería e invítale a tomar algo en otro lugar para celebrarlo con él.

También puedes ir un paso más allá y celebrar una boda en un destino, ya que no todo el mundo podrá asistir a una celebración en el extranjero. Sin embargo, si quieres que alguien en concreto esté presente, podrías llegar a un acuerdo al margen.

Sé inteligente con las tablas de asientos

Difícilmente se dará una situación en la que todos los miembros de tu familia odien a todos los miembros de la familia de tu prometido. Por no hablar de que casi nunca estás invitando sólo a la familia a tu boda: puede haber amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc. Pero, si tienes alguna discusión importante entre determinados familiares, la opción más obvia sería sentarlos lo más lejos posible y asegurarte de que no interactúan. Y si es a mayor escala, básicamente no sólo tendrás que crear un mapa de asientos, sino dedicar una buena cantidad de tiempo a organizarlo. Asegúrate de que tu pareja también participa, ya que dos mentes piensan mejor que una.

Lo mismo se aplica a las discusiones familiares internas. Por ejemplo, puede resultar raro que tu madre y tu padre no se sienten juntos, pero puedes hacer de "amortiguador" sentando a una persona entre los dos y no parecerá raro en absoluto.

Llega a un acuerdo cuando sea posible

El compromiso y la comunicación son claves para una boda sin objeciones. Esto puede significar decir que sí a una cosa de tu familia y decir que sí a otra de la familia de tu pareja. Si os tomáis el tiempo necesario para intercambiar ideas, quizá encontréis una solución que satisfaga a ambas partes. Y si no, puede que tengas que decir que no a ambas. Por ejemplo, si el tema es la religión, evita la boda por la iglesia y elige un lugar y un oficiante neutrales y no religiosos. Recuerda que es sólo UN día y que los pequeños sacrificios pueden merecer la pena para un futuro tranquilo.

Limita la interacción con mucha diversión

Si vas a tener una zona de estar en el banquete, crea dos. Tal vez incluso tengas dos bares separados en lados opuestos del lugar de celebración. También puedes invertir en algún tipo de entretenimiento para mantener a los invitados ocupados. Por ejemplo, si sabes que a una familia le gustan las actividades al aire libre, puedes instalar algunos juegos en el jardín. Si mantienes a los invitados contentos y pasándoselo bien, no tendrán tiempo ni energía para discutir.

Ignora las opiniones

Al fin y al cabo, recuerda que es TU boda. Sí, ya lo dice el refrán: "El matrimonio no es la unión de dos personas, sino de dos familias", pero al celebrar tu boda también estás creando tu propia familia. A menos que dependas económicamente de alguien para pagar las facturas de la boda, su opinión no debe prevalecer sobre tu visión del gran día. Asegúrate de que tú y tu prometido estáis de acuerdo.

Considera la posibilidad de escaparte o de eliminar el banquete tradicional

El banquete no es imprescindible. Podéis celebrar una ceremonia y seguir con un cóctel y el corte de la tarta. O, si crees que no habrá demasiado drama pero no quieres oír ni un segundo, organiza algún tipo de reunión pero no dudes en irte inmediatamente de luna de miel en cuanto salgas del altar. Sin embargo, si lo haces, puede que quieras seguir celebrándolo con cada parte de la familia por separado una vez que regreses.

Del mismo modo, la boda tampoco es una obligación. Si crees que va a ser un desastre, no te cases y escápate. Simplemente ponte en contacto con tus amigos y familiares y organiza una reunión más íntima más adelante para que nadie se sienta excluido.

¿Fue útil este artículo?  👍 0   👎 0   👀 2  Clasificación:   Publicado por: 👩 Paula Rodriguez


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