Cómo ahorrar dinero en invitaciones de boda
Las invitaciones de tu gran día son probablemente tu primer gran proyecto de boda, así que es comprensible que te sientas tentado a ir a por todas y no reparar en gastos. Pero, a menos que dispongas de un amplio presupuesto, esto es un gran error. Puede que te sorprenda, pero las invitaciones de boda pueden costar un ojo de la cara. La pareja media gasta unos 500 $ en este montón de papelería y muchos acaban derrochando más de 1.000 $ ¡o incluso un par de miles! Si no tienes cuidado, se pueden comer fácilmente el dinero que has reservado para tu día especial.
Por regla general, las invitaciones (incluidos los recordatorios), las confirmaciones de asistencia y las tarjetas de agradecimiento no deberían suponer más del 5-10% del presupuesto de la boda. Pero si lo que quieres es ahorrar, es posible que quieras reducir aún más esa cifra. Afortunadamente, hay muchas formas de hacerlo, sobre todo en el siglo XXI.
Digitalízate
Aprovechar las ventajas de la tecnología es una obviedad para muchas parejas modernas, por eso muchas de ellas se están pasando al mundo digital con sus invitaciones de boda. Las invitaciones electrónicas son cada vez más populares, al igual que las páginas web de bodas. El uso de Internet no sólo te permite ahorrar dinero en papelería, sino también en gastos de envío, lo que te proporciona cientos de dólares extra para gastar en otras cosas.
Si sigues siendo algo tradicional, considera una mezcla de ambas opciones. Encarga sólo una invitación de una página e indica a los invitados que busquen más detalles y confirmen su asistencia en tu página web personal de la boda. Así reducirás los gastos a la mitad.
Hazlo tú mismo
¿Tienes impresora y cartulina? ¡Estupendo! Eso significa que puedes imprimir las invitaciones en casa. Si tienes dotes artísticas (o un amigo con talento), también puedes diseñarlas tú mismo. Y si no, puedes encontrar un montón de plantillas gratuitas en Internet. Si esas opciones te resultan demasiado básicas, contrata a alguien de un sitio web independiente como Fiverr para que cree un diseño personalizado.
Pon una foto
Una alternativa divertida a la invitación clásica es la postal con foto. Poned una foto vuestra en el anverso y los detalles básicos (incluida la URL del sitio web de la boda o el código QR) en el reverso. Esta opción tiene muchas ventajas. No sólo ahorrarás en sobres, sino también en gastos de envío (los sellos de las postales son notablemente más baratos que los de las cartas). Además, es una forma de garantizar que tu invitación no acabe en la basura, ya que tus invitados seguro que querrán conservar la instantánea como recuerdo.
Haz tu pedido por Internet
Una de las ventajas de contratar a un diseñador profesional de artículos de papelería es que ellos harán todo el trabajo por usted, lo que incluye poner las direcciones y rellenar los sobres. ¿Sabe qué? Todo eso se puede hacer por ti con unos pocos clics en el ordenador y por una fracción del precio. Existen numerosos servicios de impresión, como Minted, VistaPrint o PaperlessPost, que ofrecen diseños de invitaciones clásicos y personalizados, así como el paquete de servicio completo. Algunos de los servicios adicionales pueden tener un coste extra, pero no suele ser mucho. Si no tienes mucho dinero, siempre puedes optar por imprimir y entregar las invitaciones y encargarte tú mismo del resto.
Olvídate de las mejoras
Por triste que sea decirlo, tus invitaciones no durarán mucho. Lo más probable es que los invitados las tiren después de la boda, o incluso después de haber enviado su confirmación de asistencia. Así que es mejor que renuncies a extras como purpurina, cintas, grabados o sellos de lacre. O bien, elige sólo uno de los dos detalles para tu pedido. Y volviendo al tema del bricolaje, también puedes plantearte encargar invitaciones sencillas por un precio más barato y transformarlas tú misma en algo lujoso.
Reserva con antelación
Si decides contratar a un artista de la papelería, asegúrate de reservar con antelación. Muchos profesionales están desbordados de pedidos y exigen que se hagan con meses de antelación. De lo contrario, te cobrarán una elevada tarifa por "urgencia". Además, planificar con antelación te dará tiempo para comparar precios. Las papelerías lo saben, así que puedes intentar negociar un descuento, aunque eso signifique hacer un depósito para conseguirlo.