Cómo ser oficiante matrimonial

Cómo ser oficiante matrimonial

Si estás leyendo esto, probablemente te hayan pedido que oficies la boda de un amigo o familiar. Parece que se trata de una tendencia en alza. (Y quién sabe, ¿quizá en el futuro se convierta en un divertido trabajo extra?).

Lo creas o no, convertirse en oficiante en Estados Unidos puede ser bastante fácil. Sin embargo, no es algo que debas dejar para el último momento, porque el proceso puede llevar tiempo. Hay que planificarlo con antelación. Así que, si te tomas en serio esta responsabilidad, aquí tienes algunas cosas básicas que debes saber.

(Descargo de responsabilidad: como las leyes internacionales varían bastante, este artículo se centrará únicamente en EE.UU.).

Haga su propia investigación (legal)

Para empezar, debes registrarte en el estado en el que residas, pero cada estado exige unos requisitos diferentes. Algunos exigen que hagas un curso y otros que formes parte del clero local. Pero si tienes suerte, todo el proceso puede hacerse completamente por Internet. Sin embargo, es posible que la pareja que te proponga matrimonio no conozca las leyes locales, así que siempre es mejor que investigues por tu cuenta antes de aceptar. Además, ¡hazlo pronto! Mientras que algunos estados pueden registrarte como oficiante oficial rápidamente, otros pueden tomarse su tiempo.

Tampoco debes centrarte sólo en las leyes de tu estado de residencia. Si la pareja en cuestión se casa en otro estado, tienes que comprobar también las leyes del lugar de la boda. El hecho de que estés cualificado para oficiar bodas en tu estado no significa que puedas hacerlo fuera de él. En algunos casos, es posible que aún tengas que obtener la aprobación del segundo estado o ciudad, ¡y posiblemente incluso del lugar de celebración!

Ordenarse oficialmente

Aunque esto puede parecer intimidante, en general es sencillo. De hecho, como se mencionó anteriormente, puede ser tan sencillo como rellenar un formulario en línea. Y puede ser completamente gratis.

El primer paso para ser ordenado será encontrar una organización que te legitime. Sin embargo, para ello, la organización también tiene que ser legítima. Esto significa un poco más de investigación por tu parte, que podría ser simplemente comprobar si están registradas bajo el 501 (c) 3. Sin embargo, hay más.

Pero hay más. Lo ideal es que la organización se alinee con nuestras creencias y valores. Por ejemplo, si usted no es religioso, busque una fuente no confesional. Además, no todas las organizaciones están reconocidas fuera de las fronteras estatales, aunque tu estado te permita oficiar fuera de sus fronteras.

Y de nuevo, es importante consultar las leyes locales, ya que es posible que no puedas ser oficiante en tu estado a menos que seas funcionario o miembro del clero. Si eso no es posible, puede que no tengas suerte. Pero si no es el caso, hay una serie de organizaciones no confesionales que no sólo te concederán el derecho, sino que te ayudarán en el camino. La organización American Marriage Ministries (AMM), además de ser una referencia para la ordenación, es muy recomendable porque ofrece información sobre la legalidad y consejos útiles para guiarte en el proceso.

Preparar y planificar

Una vez realizado todo el papeleo, el siguiente paso es empezar a planificar la boda. Ser oficiante es algo más que ayudar a la pareja a recitar sus votos: ¡hay otras obligaciones!

Como oficiante, deberás encargarte de varias tareas, entre ellas la preparación de la ceremonia. Reúnete con la pareja mucho antes de la boda para conocer su visión de ese día tan especial. Pregúntales si seguirán un guión tradicional o recitarán sus propios votos, qué tipo de formalidad esperan, qué ropa debes llevar y qué papel esperan que desempeñes durante la ceremonia.

Una vez establecido el plan, dedica un buen rato a escribir el guión y a esbozar el proceso de la ceremonia. Dependiendo de la pareja, puede que también se espere de ti que te encargues de algunas tareas menores, como pedir a los invitados que guarden silencio y apaguen sus teléfonos, o solicitar a los invitados que se sienten y se pongan de pie según convenga.

Y, por supuesto, asegúrate de practicar, practicar y practicar. Y ten siempre un plan de reserva, aunque creas que te sabes el guión de memoria. Consejo profesional: nunca leas desde un teléfono o una tableta; ten siempre una copia impresa.

Conozca las responsabilidades pre/postnupciales

Por otro lado, un oficiante contratado también puede ser responsable de algunas tareas adicionales antes e incluso después de la ceremonia. Por eso es conveniente tener una reunión adecuada para hablar de lo que se espera de antemano. Para empezar, suele ser responsabilidad del oficiante asegurarse de que la pareja obtiene la aprobación de su licencia de matrimonio, lo que en algunos estados puede implicar que ambas partes se hagan un análisis de sangre. Y si se celebra la ceremonia, el oficiante también debe estar presente para ver la unión firmada, sellada y verificada por testigos, así como para asegurarse de que todo se presenta correctamente y a tiempo.

¿Fue útil este artículo?  👍 0   👎 0   👀 4  Clasificación:   Publicado por: 👩 Paula Rodriguez


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