Qué hacer cuando tu boda se sale (seriamente) del presupuesto

Incluso con una planificación excelente, no es raro que las parejas se salgan del presupuesto al planificar su boda. En otras palabras, no es algo por lo que debas preocuparte demasiado. Sin embargo, con toda la emoción del proceso, es fácil gastar mil dólares por aquí, un par de cientos por allá y, antes de que te des cuenta, habrás gastado mucho más de lo que puedes permitirte. ¿Qué ocurre entonces? Dependiendo de tu situación, puede que tengas que conformarte con tu error. Si tienes suerte, puedes deshacer algunas cosas. Pero lo más probable es que puedas hacer algunos pequeños arreglos que alivien la carga del presupuesto y te permitan volver a examinar el proceso de planificación de tu boda.

Retíralo

El hecho de haber reservado un lugar de celebración o contratado a un fotógrafo no significa que las cosas estén grabadas en piedra, ni siquiera si has hecho un depósito. Por esta razón, es importante revisar todas las reservas que ya has hecho y determinar si realmente valen lo que cuestan. Todo lo que no sea imprescindible en tus libros merece una segunda mirada para ver si puedes echarte atrás o cambiar las condiciones para que sean más asequibles.

Esto es fácil de hacer si tu contrato te permite el privilegio de cancelarlo, aunque pagues una pequeña cuota. Por ejemplo, si encuentras un local más barato por un tercio del precio, el 10% de adelanto que has pagado puede compensar la pérdida.

Con los lugares de celebración, también puedes negociar un cambio de fecha a una alternativa más barata. Muchos locales cooperarán con usted en este sentido, sobre todo si su nueva propuesta coincide con un día de baja demanda. Del mismo modo, pregunte a otros proveedores si pueden llegar a un acuerdo con usted. Por ejemplo, puedes pedir que te corten una tarta más pequeña y conseguir una tarta de una pastelería más barata para servir a tus invitados. También puedes pedir a los proveedores que te ofrezcan un paquete más económico.

Evita más sorpresas

Mientras lees los contratos, comprueba si hay algún cargo oculto en los proveedores que quieres mantener. Por ejemplo, puede que el fotógrafo sólo te haya presupuestado un trabajo de cuatro horas y que todo lo que venga después tenga un coste adicional. No querrás sorpresas de gastos adicionales cuando ya andas mal de dinero.

Salva tus gastos

Intenta recuperar el dinero siempre que puedas. Si ya has comprado muebles o decoración, o incluso tu vestido, ¿por qué no volver a ponerlos a la venta después del evento? Te sorprenderá que puedas recuperar la mayor parte del dinero si haces una buena publicidad. Y no tengas miedo de vender algunos regalos de boda no deseados si llega el caso.

Para las cosas que no puedas vender, considera la posibilidad de donarlas a una organización benéfica. No sólo harás una buena obra, sino que además podrás desgravarlo. (Aunque no lo creas, algunas organizaciones benéficas aceptan incluso flores frescas como donativo, sólo tienes que preguntarles con antelación.

Aprieta la correa

Después de repasar las reservas ya hechas, echa otro vistazo a las que te quedan por hacer y sé muy conservador con lo que gastas a partir de este momento. Hay muchas formas de ahorrar dinero en una boda en todas las categorías, sólo tienes que investigar un poco. Algunas ideas son optar por un fotógrafo estudiante en lugar de un profesional, contratar a un DJ (o hacer tu propia lista de canciones) en lugar de una banda en directo, o prescindir de los detalles de la boda. La forma más fácil de reducir costes es recortar la lista de invitados. Así que, si aún no has enviado las invitaciones, considera la posibilidad de tachar algunos nombres de la lista.

Empiece a ahorrar hoy mismo

Si todo falla, puede que tengas que buscar otra forma de conseguir algo de dinero. Esto puede significar gastar menos en otras categorías de tu vida diaria (como comer fuera) o conseguir un trabajo extra para pagar las cosas más rápido. Si has estado utilizando una tarjeta de crédito para todos los gastos de la boda, transfiere el saldo a una con una TAE baja. Algunas tarjetas de crédito incluso te ofrecen un 0% durante un año o más, siempre que realices el pago mínimo al mes. Un poco por aquí y por allá podría ahorrarte fácilmente cientos al mes, ¡y ni siquiera lo notarás!

Sí, es posible tomar algunas medidas correctoras inmediatas para evitar el sentimiento de culpa posterior al desplome. Dicho esto, el mejor consejo que puedes oír es que hagas todo lo posible para evitar llegar a esa situación. Esto significa elaborar un plan de gastos estricto y ceñirse a él. Después te lo agradecerás.