Ventajas e inconvenientes de la distribución de los asientos en el banquete de bodas
¡Por fin ha llegado el banquete! Una vez terminada la ceremonia, respiras aliviado y echas un vistazo al lugar, decorado tal y como habías imaginado. Puede que tus invitados no se den cuenta, pero tú y tu nuevo cónyuge habéis invertido mucho tiempo y esfuerzo en hacer de esta fiesta un éxito. Cada detalle, desde los centros de mesa hasta los canapés, ha sido meticulosamente planificado.
Quizá uno de los detalles menos glamurosos de la organización de un banquete de boda sea la distribución de los asientos. Hay que tener en cuenta el tamaño del lugar, estar al día con las cartas de confirmación de asistencia, garantizar un buen flujo de tráfico hacia el bar y la pista de baile, y asegurarse de que todos los invitados están preparados para pasarlo en grande durante la celebración.
Al empezar a planificar tu boda, quizá te estés preguntando si deberías preparar un plano de asientos para la recepción. ¿Deberías asignar a cada invitado un lugar en la mesa? ¿O dejar que se muevan solos y elijan su sitio? Ambas opciones tienen sus pros y sus contras. Aquí tienes algunas de ellas.
Ventajas de tener una distribución de asientos
Simplifica las cosas si tienes un grupo grande de invitados.
¿Conoces la sensación de intentar encontrar un sitio en la cafetería del colegio? A veces puede resultar un poco incómodo. Si tienes más de 75 personas en el lugar de la recepción, un plano de asientos te ayudará a que todo el mundo encuentre su sitio. Tener a tantos invitados buscando asientos vacíos por su cuenta podría crear un caos. De este modo, todos sabrán exactamente dónde tienen que estar. No hay que hacer conjeturas ni recordar el comedor del colegio.
Así aprovecharás al máximo el espacio del local.
Una de las ventajas de planificar la distribución de los asientos con antelación es que sabes que aprovecharás al máximo el espacio por el que pagas. Puedes llenar las mesas por completo y asegurarte de que no quedan asientos vacíos.
Si tienes un servicio de cena emplatado, se simplifica el trabajo de los camareros.
En lugar de tener que buscar a los invitados, los camareros sabrán de antemano dónde llevar el salmón a la parrilla y dónde el filet mignon. De hecho, es posible que tu lugar de celebración lo exija, así que asegúrate de consultarlo con el coordinador del lugar.
Tienes más control sobre la creación de una gran experiencia para los invitados.
Tú conoces a tus invitados: las mariposas sociales, los tímidos, los que se llevan bien (y los que no). Con este conocimiento, puedes ser estratégico a la hora de sentar a la gente en determinados lugares. Te dará tranquilidad y tus invitados apreciarán tu consideración.
Los contras de tener una distribución de asientos
Dependes más de las confirmaciones de asistencia.
Esta es una de las partes más frustrantes de la organización de una boda para muchas parejas: esperar a que algunos rezagados indiquen si asistirán o no. A la hora de confeccionar el organigrama, lo primero es saber quién va a asistir realmente a la fiesta. Si no has previsto tiempo suficiente para que todos los invitados confirmen su asistencia y estás estresado por ello, puede que tener un organigrama de asientos no sea la mejor opción para ti.
Puede haber sorpresas de última hora.
Toda la planificación del mundo no evitará que surjan problemas y sorpresas de última hora el día de tu boda, y eso incluye cambios en la lista de invitados y en el plano de distribución de los asientos. Puede que una amiga de fuera de la ciudad decida en el último momento que sí puede venir a tu boda. Puede que la familia de tu primo haya contraído la gripe de repente y se hayan quedado cuatro sillas vacías en el plano de asientos que habías preparado con tanto esmero. Ten en cuenta que ningún plan es perfecto y que puede ser necesario hacer algunos cambios de última hora.
Elaborar un organigrama puede llevar mucho tiempo.
Crear un organigrama puede parecer sencillo, casi como resolver un rompecabezas. Pero enseguida se dará cuenta de que también puede ser un proceso largo y frustrante. Es un quebradero de cabeza que puedes ahorrarte durante la organización de la boda, si así lo decides.
Tanto si a tus invitados se les asigna un asiento determinado en tu boda como si se les invita a colocarse donde quieran, recuerda que no hay una respuesta realmente correcta o incorrecta. Todo depende de ti, de tu futuro cónyuge y de la visión única que tengáis de vuestro gran día.